COMPRA DE PAVIMENTO: SIGUE LEYENDO Y AHORRA A LARGO PLAZO
Al diseñar un gimnasio, es fácil que el pavimento se relegue a un segundo plano. Sin embargo, muchas veces, nuestros clientes terminan reconociendo que se arrepienten de no haber dado más importancia a la elección del pavimento del gimnasio al principio, porque les habría permitido reducir gastos de mantenimiento y preparar la sala contra los efectos del paso del tiempo.
Empezar de nuevo no es barato, por eso Steve Shaw, responsable de PAVIGYM para el Reino Unido e Irlanda, nos detalla algunos puntos a tener en cuenta al elegir el pavimento más adecuado. Sus consejos son fáciles de recordar y te ayudarán a mejorar la estética y la experiencia de tu nuevo espacio, y a ahorrar dinero a largo plazo.
1. ¿DÓNDE SE VA A INSTALAR EL NUEVO PAVIMENTO EN EL GIMNASIO?
En primer lugar, piensa qué va a ocurrir en las zonas donde vas a instalar el nuevo pavimento. Suena obvio, ¿verdad? Pues no sería, ni mucho menos, la primera vez que se pasa por alto este aspecto y se termina cambiando un suelo nuevo.
Generalmente, las actividades se clasifican entre técnicas o no técnicas. Comienza con las zonas técnicas o “espacios de fitness”. En lo que respecta al pavimento, estas zonas deben tener prioridad absoluta y, en particular, cualquier espacio que se dedique al entrenamiento funcional y al peso libre.
Repasa mentalmente todas las actividades que van a tener lugar en estas zonas:
- ¿Van a ser zonas multiuso o se dedicarán a una sola actividad?
- ¿Se le dará un doble uso al pavimento añadiendo marcas o tendrá un diseño liso?
- ¿Qué experiencia quieres que vivan tus clientes?
- Los usuarios, ¿sudarán mucho en este espacio a lo largo del tiempo?
- ¿Qué resistencia debe tener el pavimento? ¿Sufrirá caídas de pesas regularmente? ¿Se ha preparado suficientemente el subsuelo?
- ¿Cómo evolucionará el uso de este espacio a lo largo del tiempo?
- ¿Puedo añadir funcionalidad y flexibilidad con algo diferente, como una pista de césped sintético?
De este modo, antes de empezar a comprar, tendrás una pequeña lista de requisitos que tu pavimento debe cumplir.
2. MEZCLA Y COMBINACIÓN DE SUELOS DE GIMNASIO
Para las zonas técnicas con usos múltiples, las empresas suelen elegir suelos polivalentes que deberán soportar todo tipo de entrenamientos, desde musculación con pesas hasta yoga o Pilates. Sin embargo, no es raro ver que las marcas invierten en pavimentos diseñados especialmente para una actividad concreta, especialmente cuando el espacio disponible es relativamente grande y permite acondicionarlo con varias zonas distintas. Para PAVIGYM, esto se traduciría en un pavimento Motion para los espacios de clases colectivas y un Endurance para las zonas destinadas al entrenamiento de fuerza.
Todo el mundo debe elegir entre precio y calidad; todo el mundo tiene un presupuesto que gestionar. Intenta ahorrar donde sea posible para poder invertir más en las zonas que lo necesitan. La mayoría de nuestros clientes mezclan y combinan nuestros pavimentos, una decisión más que acertada. Invierten más en el pavimento de las zonas de las salas más expuestas al desgaste y ahorran en las zonas que, por ejemplo, se vayan a cubrir con máquinas de gran tamaño. Cuando reformamos la cocina o el cuarto de baño de nuestra casa, tendemos a invertir más en estas estancias que en la entrada, por ejemplo. El equivalente de la cocina en el gimnasio es, por supuesto, la zona o las zonas donde dominan los “pesos libres” o el entrenamiento de fuerza, porque el pavimento sufrirá golpes y a largo plazo puede costar muy caro.
3. ESTÉTICA DEL PAVIMENTO
Estéticamente, querrás que tu pavimento esté igual al cabo del segundo año que el primer día. Pregunta a tu proveedor cómo conseguir que el aspecto no se deteriore para evitar volver a invertir antes de lo previsto.
Si piensas integrar marcas pintadas en el pavimento, asegúrate de que sean lo suficientemente resistentes como para que no se deterioren y parezcan de mala calidad pasado un año.
La experiencia del cliente es lo más importante. Muchas veces nos llaman para sustituir caucho negro reciclado. Con el tiempo acaba por oler mal, absorbe el sudor y mancha las manos y la ropa, algo desagradable tanto para ti como para tus clientes, especialmente los que pegan la nariz cuando hacen burpees. Por tanto, es mejor que pienses en las consecuencias que puede tener con respecto de lo que los clientes esperan de tu marca.